misma pregunta. Para averiguar si tienes limitaciones de tiempo, un comprador puede preguntarte cuándo quieres mudarte. Contéstales que es flexible, aunque realmente quieras mudarte de inmediato. Y luego será tu turno de preguntarles cuán pronto ellos quieren mudarse. Devolverle la pregunta al comprador mantiene tu control de la información. Lo que pagaste por tu propiedad no influye para nada en el valor actual de mercado. Responder preguntas sobre el precio de tu casa no debería ser difícil si pensaste seriamente al fijar el precio de venta. Si lo hiciste basándote en estimaciones profesionales del valor de mercado, diles eso. No olvides señalar las ventas recientes de viviendas comparables y las mejoras que realizaste. Las ofertas competitivas de otros compradores interesados son una zozobra para el comprador de una vivienda. Si te preguntan sobre esto, diles brevemente que hay interesados, pero "nada en papel." No especifiques a qué altura se encuentra el proceso con otros posibles compradores. Los compradores pueden tener curiosidad por saber por qué tu casa no se vendió todavía y puedes responderles que estás esperando al comprador perfecto (¡como ellos!). Casi invariablemente, te preguntarán cuál sería el precio mínimo que aceptarías o si el precio es negociable. Hazles saber que no has tenido mayormente tiempo para pensar en eso. A su vez, pregúntales qué precio tenían ellos en mente y agrega "siempre que la oferta sea negociable". Al tratar con los compradores, ten presente este objetivo. Responde a sus preguntas de forma reflexiva pero vaga, sin revelar mucho. Manejar tus respuestas devolviéndoles preguntas funciona bien. Siempre procura que la otra parte revele lo que está pensando.
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