compradores tienen más dificultades con estas cosas. Y aun más, cuando un comprador se muda debido a una reubicación o una oportunidad de empleo y no contrata a un agente del comprador para manejar el asunto.
NEGOCIAR POR TU CUENT R TU CUENTA ES MÁS DIFÍCIL
Un agente de bienes raíces mantendrá la transacción de manera distante, de modo tal que las personalidades y las emociones no se vean involucradas. Las negociaciones de precios requieren una habilidad especial y comprensión de la psicología de la oferta y la contraoferta. Los agentes mantienen las transacciones desapasionadas y racionales. Por ejemplo, a un comprador (a ti) te puede gustar una casa pero parecerte que sus paredes con paneles de madera son desagradables, su alfombrado tiene pelusas y su cocina naranja es chillona. Cuando trabajas con un agente, puedes expresar tus opiniones sobre las habilidades de decoración del propietario actual y quejarte de cuánto costará actualizar la casa sin insultar al propietario. Tu agente se lo traducirá al vendedor: que a ti te gusta mucho la propiedad, pero puedes ver que tendrás que gastar una cierta cantidad en costos de decoración y, por lo tanto, puedes ofrecer mucho menos.
Y SI HABLAMOS CONTRACTUALMENTE... ALMENTE...
Hay muchos contratos y documentos relacionados con la compra de una casa. La pila tiene más de una pulgada de grosor. A menos que seas un abogado de bienes raíces o un agente de títulos, estos documentos te serán ajenos. Sin embargo, requieren ser completados de manera detallada y precisa. Comprar una propiedad no es necesariamente una transacción de "llenar los espacios en blanco". Un error, digamos en el título de propiedad, podría perseguir al comprador mucho tiempo después de la
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