Otra falsa impresión que da la televisión es cuánto tiempo tardan las renovaciones. No solo pueden surgir problemas inesperados (y casi siempre lo hacen), sino que también debe tener en cuenta la aprobación de permisos, las inspecciones, el clima, los horarios de su contratista y trabajador, el tiempo que lleva obtener características personalizadas hechas y enviadas, y más. Es por eso por lo que es importante tener a un buen contratista: pueden decirle cómo debería ser un horario realista para su propiedad en particular. Solo recuerde que los contratistas no son psíquicos. A menudo hay problemas que no aparecen, incluso con las inspecciones previas a la compra más diligentes. No se puede decir lo que se esconde en las paredes. Podría haber una fuga que no conocerá hasta que llueva. También puede haber problemas con subcontratistas de mala calidad o poco confiables o vecinos molestos que, en el mejor de los casos, se quejan directamente con usted y, en el peor, presentan quejas ante la ciudad. Otro aspecto por considerar es el relacionado con el tiempo que toma una renovación, ya que involucra la cantidad de dinero que le costara mantener la propiedad. Cuanto más largo es el tiempo, más dinero cuesta. Esto incluye intereses sobre cualquier préstamo, seguro y, si tiene la propiedad por más de un año, impuestos sobre las ganancias de capital a largo plazo. Este último puede ser de hasta el 20%, lo que obviamente consumiría una gran parte de cualquier ganancia potencial (o incluso podría significar que pierde dinero). La compra-reparación y reventa de casas no es para los débiles de corazón, solo para aquellos dispuestos a hacer el trabajo duro y lidiar con el estrés.
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